Guía Básica: ¿Cómo tratar con la Humedad de las Superficies de tus Pisos?
Seguramente en más de una ocasión te has sentido incomodado por la apariencia que tienen las paredes de tu casa, después de los cambios repentinos de clima o tras un largo periodo de tiempo. Has notado que comienzan a formarse pequeñas manchas de humedad en algunas zonas donde no existe la ventilación suficiente, lo cual daña la decoración de interiores.
Este tipo de hongos que se manifiestan sobre la superficie de las paredes (e incluso de pisos) pueden llegar a dañar también algunos muebles que se encuentren cercanos. Lo anterior se debe a que, cuando en un espacio existe demasiada humedad, esta llega a la superficie y se evapora, dejando el rastro de dichas manchas.
La mayor parte de esta agua evaporada se genera por el uso de electrodomésticos y aparatos de corte doméstico, los cuales van desde la ducha, accesorios de cocina, plancha de ropa, lavadora y calefacción. En cristales, ocurre de una forma distinta, pues sólo se producen gotas que terminan mojando el suelo.
Producto de la condensación de agua, este fenómeno se presenta generalmente en invierno; sin embargo, eso no significa que el resto de los meses tus paredes se encuentren exentas de peligro. Por ende, es importante estar al tanto de los cambios en la superficie de nuestros muebles y paredes, para evitar el crecimiento de estas infecciones.
Sabemos lo incómodo y costoso que puede resultar hacer limpieza en este tipo de espacios, y sobre todo el riesgo que se corre si se permite que sigan creciendo. Si no se detiene a tiempo, el problema puede desembocar en alergias, armas, reumas o dolores desagradables. Además, es riesgoso para los enchufes eléctricos, pues puede provocar corto circuitos.
Por ende, nos dimos a la tarea de enlistar una serie de recomendaciones para mantener la frescura en tus espacios interiores y no tener que lidiar con los problemas ocasionados tras la acumulación de agua en las superficies.
Es importante que realices dichas actividades de prevención con una conciencia del material que llegues a ocupar, para que no causa daños irreversibles; y sobre todo asegurarte de que en verdad se trate de una infección y no sólo de una sombra o falta de limpieza, para evitar alteraciones. Da un vistazo a la siguiente lista:
Ventilación
Regularmente este tipo de infecciones son esporas de tamaño poco identificable, que se encuentran flotando en el ambiente, en busca de un campo propicio para su desarrollo; factores como una mala ventilación pueden generar el rápido crecimiento de las mismas. Es recomendable dejar abiertas las ventanas y puertas para que el oxígeno pueda llegar hasta los rincones de una habitación o de un espacio cerrado.
Entrada de luz solar
Regularmente, este tipo de infecciones ocurren en lugares oscuros, donde no hay acceso a los rayos del sol. Por ello es recomendable que las habitaciones cuenten con ventanas o espacios donde haya tragaluces, que permitan la entrada del sol hacia los objetos y superficies.
Limpieza constante
Cuando las bacterias se acumulan, generan un ambiente propicio para la aparición y desarrollo de hongos, por lo cual, es necesario mantener un aseo constante en el lugar donde se busca remover la infección. Se recomienda utilizar cloro y grandes cantidades de agua; además de aplicar pintura que contenga altas cantidades de antihongo.
Arreglar las fugas
Es importante estar seguros de bloquear toda fuente de humedad dentro de una habitación, para disminuir las posibilidades de crecimiento de la misma. En ocasiones el problema viene de una fuga de agua, proveniente de un desperfecto en un desagüe o caño. Una vez que se haya detectado, se debe reparar, para limitar el esparcimiento de agua.
Vinagre blanco
Es un truco efectivo para desaparecer los malos olores, ya que su composición logra neutralizar los aromas que pudieran parecer desagradables. Es recomendable aplicarlo a objetos que formen parte de la habitación, ya que funciona más directamente en superficies como las telas que en paredes y pisos. De cualquier forma, es importante mantener en frescura cada elemento que forme parte del espacio.
Muebles separados de la pared
Precisamente uno de los principales obstáculos para la ventilación de un espacio, es la poca distancia entre los objetos que lo conforman. No es recomendable dejar los muebles pegados a la pared, ya que esto bloquea la circulación de aire.
Sal de grano
Un condimento de cocina puede también convertirse en tu mejor aliado para alejar los malos olores y prevenir la humedad ambiental. La sal de grano es uno de los productos más absorbentes que, no sólo combate los hongos generados tras la condensación de agua, sino que también quita las manchas de moho de la ropa. Debes poner un plato de sal y cambiarla constantemente, cada que esta se haya teñido de negro, así sabrás que logró absorber la humedad correctamente.
Evitar el exceso de plantas
Al tratarse de seres vivos que necesitan una dosis de agua para vivir, es comprensible que el exceso de la misma podría contribuir a la generación de un ambiente demasiado húmedo. La solución sería tener plantas que no impliquen tanta hidratación, tales como las epífitas: hiedra, helecho, palmas, lirios, etc.
Secado de la ropa
Para evitar la acumulación de agua tras el escurrimiento de la misma, es preferible no tender ropa dentro de un espacio cerrado, ya que esto impediría su flujo. Si se cuenta con espacio afuera, se recomienda tenderla en ese lugar; en dado caso de no tener esa facilidad, debemos utilizar secadora portátil para reducir el tiempo de secado.
Sigue leyendo con nuestro blog: 5 tips para que tu piso dure toda la vida.